El discurso de la vicegobernadora Margot De La Riva Valle revela una problemática estructural en la región de Puno: la persistente desigualdad de género en el acceso al empleo. Aunque se reconoce una mejora en términos generales, se evidencia que las mujeres, especialmente las jóvenes, siguen enfrentando barreras significativas para su inserción económica.

El hecho de que «todos buscan trabajo y no crean fuentes de trabajo» apunta a una economía local con baja capacidad de generación de empleo formal. Esta situación afecta más a las mujeres, quienes históricamente han estado sobre presentadas en el mercado laboral y sobrecargadas con responsabilidades no remuneradas, como el trabajo doméstico y el cuidado familiar.

«La promoción de microempresas lideradas por mujeres es una estrategia válida para fomentar su autonomía económica. Sin embargo, esta medida debe ser acompañada de acceso a financiamiento, capacitación, asistencia técnica y mercados. De lo contrario, se corre el riesgo de perpetuar la informalidad o de que los emprendimientos no sean sostenibles a largo plazo», expresó la autoridad

La propuesta de transformar materias primas y generar valor agregado es clave para que los emprendimientos no se limiten a actividades de subsistencia. Esto implica una apuesta por la innovación y por encadenamientos productivos locales, lo cual podría dinamizar la economía regional y generar empleo de mejor calidad, propuso. (FB)