El consejero regional Basilio Mendoza expresó su malestar durante la segunda audiencia de rendición de cuentas del Gobierno Regional de Puno, señalando que la actual gestión no ha iniciado nuevas obras a pesar de administrar un presupuesto de 901 millones de soles. Indicó que los fondos provienen de luchas de gestiones anteriores y de la Ley Foncor, más no de la administración actual. Mendoza sostuvo que proyectos como el hospital materno infantil y el hospital de Huancané presentan retrasos, deficiencias técnicas y adicionales millonarios que generan preocupación.

Asimismo, denunció que el Consejo Regional no permitió la citación de funcionarios clave como los gerentes de Infraestructura y de Recursos Humanos, a quienes se pretendía interpelar por presuntas irregularidades en la contratación de personal y la ejecución de obras. Según detalló, proyectos como el de Lloroco presentan adicionales millonarios que no han sido explicados, mientras que en la provincia de Chucuito varias obras permanecen paralizadas o sin expediente técnico concluido.

Mendoza advirtió que, de persistir las deficiencias, se podrían producir movilizaciones en provincias como Chucuito, donde no se ha ejecutado ninguna obra nueva en la actual gestión. Además, anunció que llevará las observaciones e irregularidades detectadas ante la Procuraduría y la Fiscalía para que se actúe legalmente. Finalmente, exhortó al gobernador regional a corregir la falta de avances y definir políticas claras en sectores como salud, educación, proyectos productivos y carreteras.  (R.A.)