El conocido periodista y abogado Carlos Chisán Orihuela, se ha referido a la situación de corrupción por la que atraviesa el gobierno actual y ha opinado, “antes, al menos, los gobernantes guardaban algo de vergüenza frente a sus actos. Hoy, con declaraciones como las de la señora Dina Boluarte, queda claro que ya ni eso existe. Cuando ella dice, en otras palabras, “me resbala todo, me pongo grasa de cerdo”, lo que transmite es un total desprecio por la opinión ciudadana”.
Dentro de ello agregó que “su seguridad no proviene de la legitimidad ni del respaldo popular, sino de un blindaje otorgado por las Fuerzas Armadas y por el Congreso. Esa sensación de impunidad le permite pensar: “¿qué me va a pasar? Nada”.
“Lo más preocupante no es solo la soberbia de la mandataria, sino la pasividad de la población, que poco a poco se deja vencer por el cinismo y la mentira. Y así, lo que es evidentemente injusto termina presentándose como si fuera justo, normalizando lo inaceptable” concluyó
Respecto a la campaña electoral que han empezado ha realizar en Puno, especialmente gente vinculada al fujimorismo, Chisán Orihuela señala, “Aquí la gran pregunta es: ¿quién los invita, si el pueblo ni los puede ver? Sin embargo, lamentablemente, se les sigue empoderando. Para colmo, las encuestadoras insisten en vender una realidad que no existe.
“Ahora, por ejemplo, Rafael López Aliaga anuncia su llegada a Juliaca, vendrá disfrazado seguramente de campesino”, cuando todos saben que se trata de un recalcitrante de derecha. Lo mismo ocurre con la congresista Alba, quien fue enemiga del pueblo de Juliaca: calló cuando ocurrió la matanza del 9 de enero y ahora pretende hablar en quechua para ganarse a la gente. Eso es una burla” remarcó.
Al final, el periodista expresa que “tanto ella como Boluarte representan la misma impostura: un discurso vacío que pretende maquillar con gestos lo que no se sostiene con hechos. Y la población no debe olvidar que la justicia verdadera aún está pendiente, especialmente por las víctimas de enero, cuyo dolor no se borra con promesas ni con teatro político”, finalizó.
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