
El mercado Santa Barbara de la ciudad de Juliaca fue construido en los años 60 por la Corporación de Fomento y Promoción Social de Puno y al paso del tiempo destaca la estructura metálica que resulta ser un excelente trabajo de ingeniería de la época, según lo señaló el Ingeniero Civil Omar Ramírez Mestas, egresado de la UNI y con estudios en el Japón.
«Si se hubiera querido apostar por una verdadera revalorización del espacio público, el Mercado de Santa Bárbara tenía todo para convertirse en un nuevo eje comercial y cultural. No estamos lejos de lograrlo, pero es increíble que una estructura tan valiosa permanezca olvidada» , señaló
A diferencia de los coliseos u otras edificaciones típicamente abovedadas o de forma circular, esta construcción destaca por su estructura a dos aguas, con un techo plano y simétrico que rompe con el estándar regional. Es más, los techos de los Coliseos o locales distritales siguen esa lógica tradicional. Pero aquí, en Santa Bárbara, se trata de una estructura aporticada, con pórticos y vigas peraltadas —es decir, vigas cuya altura varía para soportar mejor las cargas—, una ingeniería adelantada a su tiempo», dijo Omar Ramirez.

Lo más sorprendente es que esta obra fue proyectada hace más de 80 años por ingenieros que entendían la importancia de construir con visión de futuro. Y sin embargo, en todo ese tiempo no se le ha hecho ningún tipo de mantenimiento. Solo se ha pintado superficialmente, como para cumplir. Ninguna intervención estructural seria. Mientras tanto, en otras regiones los techos colapsan por falta de previsión.
Si Francia tiene su Torre Eiffel, Puno tiene el Mercado de Santa Bárbara. Ni siquiera la ciudad de Juliaca ha sabido reconocer el valor de esta joya arquitectónica. Es hora de ponerlo en valor, antes de que la indiferencia lo deteriore irremediablemente.
FB