
Más de un año después de la intoxicación masiva que afectó a más de 30 escolares de la Institución Educativa Gamaliel Churata, en el distrito de Cabana (Puno), una brigada médica del Hospital del Niño de Lima ha llegado a la ciudad de Juliaca con el objetivo de evaluar y atender a los menores que aún padecen secuelas físicas y emocionales tras consumir alimentos del programa social Qali Warma en marzo de 2024.
El equipo médico, conformado por especialistas en gastroenterología, infectología, psicología, neurología y oftalmología, comenzó sus actividades este lunes 2 de junio en el Hospital Carlos Monge Medrano, donde los exámenes clínicos están programados desde las 7:40 de la mañana. Las evaluaciones buscan determinar el impacto real y persistente que la intoxicación ha dejado en los estudiantes y orientar una atención médica adecuada para su recuperación.

Desde tempranas horas, padres y madres de familia emprendieron el viaje desde el distrito de Cabana hacia Juliaca, respondiendo a la solicitud de que los menores asistan en ayunas para realizar los estudios médicos requeridos. La movilización de estas familias refleja el profundo compromiso de los padres con la salud de sus hijos y la esperanza de encontrar respuestas concretas.
“Han pasado más de dos años y seguimos sin una explicación clara ni justicia. Esperemos que la llegada de los médicos esclarezca las dolencias de nuestros hijos, además pidieron que esto no debe quedar en el olvido. Queremos que se haga justicia y se garanticen las condiciones de salud para nuestros hijos”, expresó con firmeza uno de los padres afectados.

Desde el lamentable suceso, numerosos estudiantes han experimentado síntomas persistentes como dolores abdominales y problemas emocionales, lo que ha alterado no solo su desempeño escolar, sino también su calidad de vida.