
Es elocuente la denuncia referida a la ineficacia del Estado peruano para abordar los conflictos sociales generados por la contaminación ambiental en la provincia de Melgar, Puno. Hernán Nina Zamata, del Frente de Defensa de la Cuenca de Llallimayo, critica que las respuestas del gobierno central son reactivas y no resuelven los problemas de fondo, limitándose a calmar las protestas con medidas improvisadas y sin presupuesto.
La principal preocupación radica en la creciente contaminación por aguas ácidas (pH nivel 4) y metales pesados, que afecta a los distritos de Ayaviri, Llallí, Cupi y Machacmarca, llegando incluso a la laguna de Tépac y amenazando el sistema hídrico que desemboca en el lago Titicaca. No se han implementado soluciones para mitigar esta contaminación.

Un dato alarmante es que, de 4000 niños analizados, cerca de 400 presentan metales pesados como plomo en la sangre y orina. A pesar de estos resultados, Nina Zamata denuncia la falta de un programa de atención y seguimiento para estos menores afectados, incluyendo a su propio hijo.
En resumen, el texto expone la profunda desconfianza de la población ante la falta de acción efectiva del Estado frente a la grave problemática de contaminación y sus consecuencias en la salud infantil en la cuenca de Llallimayo.(FB)