El terremoto que golpeó Japón el pasado 1 de enero fue causado por el movimiento de un conjunto de fallas que llevaban dormidas entre 3,000 y 4,000 años, de acuerdo a un estudio geológico desarrollado a raíz del sismo.

El sismólogo Shinji Toda, de la Universidad de Tohoku, explicó en un simposio celebrado esta semana que el deslizamiento de un cinturón de fallas de 100 kilómetros ubicado bajo la península de Noto y el mar de Japón dio lugar al devastador temblor, que según el último balance oficial de hoy ha dejado 213 fallecidos y 52 desaparecidos.

A medida que avanzan los días se conocen más detalles del sismo, que según la Autoridad de Información Geoespacial (GSI) japonesa ha elevado cuatro metros el noroeste de la mencionada península de Noto, epicentro del terremoto de magnitud 7.6.  (Andina)

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