Desde los dos frentes en conflicto por el resultado de las elecciones nacionales se lanzaron sendas convocatorias a la defensa del voto, mientras la UE se sumó a las observaciones al proceso de recuento electoral. El Gobierno decidió pedir una auditoría del proceso a la OEA y anunció   que respetará los resultados oficiales.

Un día después de las violentas protestas en las nueve capitales del país por cuestionamientos al recuento electoral, oficialistas y opositores convocaron a movilizaciones y paros, en una pulseta que ha puesto al rojo vivo al país y que ha despertado la preocupación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En el primer caso, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, publicó un mensaje en la red social Twitter en el que hace conocer que siguen de cerca los acontecimientos en Bolivia e invoca a los grupos enfrentados a evitar las acciones de violencia. La OEA convocó para este miércoles a una sesión extraordinaria para considerar la situación en Bolivia.