En un análisis político sobre la realización de la Gran Marcha Nacional prevista para el próximo 19 de julio, Alberto Quintanilla consideró como saludable el cambio de denominación para la protesta en la que participarán representantes de las regiones del país en especial de la región de Puno, señalando que marcará un hito importante en contra el gobierno de Dina Boluarte y la dictadura parlamentaria, y contra la intención de tomar instituciones importantes como el Jurado Nacional de Elecciones y la ONPE.

El analista dijo que la movilización popular no será el fin para derrotar a la dictadura, pero sin puede ser el inicio para cimentar las bases y fortalecer la plataforma de Lucha, como es la renuncia de la presidenta, el adelanto de elecciones, cierre del congreso y a largo plazo una nueva constitución. 

Sin embargo, consideró también que los sectores populares muestran su preocupación por la situación de los fenómenos naturales que vienen afectando tremendamente al sector agropecuario; en el caso de Puno el tema de la inminente sequía que debe exigir la atención del gobierno nacional, regional y de las municipalidades.

Refiriéndose a la analogía de las protestas de hoy en relación a la Marcha de los 4 suyos, Alberto Quintanilla, expresó que tiene semejanzas porque se trata de un movimiento popular de lucha contra la dictadura y también diferencias, como que aún no está en punto de definición.