
Una asistencia multitudinaria se registró ayer en el cerro Santa Cruz, epicentro de la tradicional Feria de las Alasitas 2025, una de las manifestaciones culturales más emblemáticas de la Ciudad de los Vientos. Miles de ciudadanos se congregaron para vivir el día central de esta festividad, que fusiona comercio, artesanía y fervor religioso en torno a la búsqueda de prosperidad y la materialización de anhelos a través de objetos simbólicos en miniatura.
Desde las primeras horas del día, las laderas del cerro Santa Cruz y del Huaynarroque, así como las calles aledañas, se vieron colmadas por la presencia de comerciantes y artesanos. Sus puestos ofrecían una asombrosa variedad de réplicas en miniatura: desde casas y automóviles hasta títulos profesionales, alimentos y monedas extranjeras. Este año, el euro se destacó como una de las divisas más solicitadas, reflejando la búsqueda de estabilidad económica por parte de los compradores.

La esencia de la feria radica en la compra de estas miniaturas, que representan los deseos de los miles de asistentes. Con fe y esperanza, los ciudadanos adquieren estas representaciones de bienes materiales, confiando en que sus anhelos se harán realidad con esfuerzo y convicción.
Entre las novedades que captaron la atención en esta edición, sobresalieron dos impresionantes edificaciones de varios pisos en miniatura. Estas elaboradas torres de cemento, vidrio y fierro fueron construidas por artesanos locales, quienes replicaron su oficio real en estas detalladas representaciones.

El «Ekeko», deidad central de la festividad, también fue protagonista indiscutible. Los fieles se acercaron a su estatua ubicada en el cerro Santa Cruz para participar en las tradicionales challas o rituales de agradecimiento y petición, guiados por chamanes. Estos actos de fe refuerzan la profunda conexión espiritual que la Alasitas tiene para la comunidad juliaqueña.
La feria no solo movilizó la fe de los ciudadanos, sino que también generó un importante dinamismo económico. Se estima que alrededor de dos mil comerciantes participarán en esta edición, impulsando un movimiento comercial considerable para la región. La Feria de las Alasitas se consolida, así como una tradición viva que nutre tanto el espíritu como la economía de Juliaca.
