Tras el asalto a mano armada perpetrada por 10 delincuentes, 7 de ellos integrantes de la Policía Nacional ha originado el repudio de la población que se movilizó frente a las instalaciones policiales, exigiendo la aclaración de los jefes policiales.

En la eventual reunión el Jefe Policial Valerio Ramos Centeno, ha indicado que estos siete policías están siendo tratados como delincuentes desde el momento en que violaron la ley. La intervención de Ramos Centeno sugiere que la investigación está siendo llevada a cabo con seriedad, con un enfoque equitativo para todos los involucrados. Además, se menciona que los policías han sido detenidos en Puno, lo que podría ser un paso importante en la resolución del caso.

Lo que está sucediendo en Juliaca parece ser parte de un proceso de rendición de cuentas por posibles abusos dentro de la institución policial. La mención de que estos siete efectivos policiales están siendo tratados como «delincuentes» sugiere que las autoridades están adoptando un enfoque firme contra cualquier violación de la ley, independientemente de la posición de los implicados.

Esto también podría ser un intento de restaurar la confianza pública en las instituciones encargadas de la seguridad, especialmente si el caso ha causado preocupación entre los habitantes de Juliaca. Además, que los policías hayan sido detenidos en Puno podría implicar que la situación tiene ramificaciones más allá de Juliaca, extendiéndose a otras ciudades cercanas, lo que refleja la gravedad del asunto.

El hecho de que la división criminalística esté involucrada también indica que se está llevando a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y asegurar que los responsables sean llevados ante la justicia. Es posible que este tipo de situaciones generen un debate sobre la corrupción o el abuso de poder dentro de las fuerzas policiales, lo que podría tener un impacto tanto en la percepción pública como en las políticas internas de la Policía Nacional del Perú. (FB)