Entre el presidente del Congreso, Alejandro Soto, y el legislador Jorge Flores Ancachi hay varias semejanzas. Ambos no solo capitalizaron los beneficios de la Ley 31751, que ellos mismos aprobaron para eludir la mano de la justicia. Esta norma reduce los plazos de prescripción en delitos penales que los fiscales los han incriminado.

Los dos legisladores del sur andino también comparten la particularidad de utilizar sus despachos y las comisiones que integraron para dar trabajo a su entorno más cercano.

Alejandro Soto contrató a Yeshira Peralta Salas, hermana de Lizeth Peralta Salas, su pareja sentimental y madre de su último hijo de 11 meses. Soto dijo que no cometió nepotismo porque no se casó con Lizbeth Peralta y lo que mantuvo con ella fue una “relación fugaz”.

El caso de Flores Ancachi guarda algunas similitudes. Desde el 24 de mayo del 2023 contrató en su despacho como asesora principal a Zaida Elizabeth Ayala Arroyo, esposa de quien fue su asesor y ahora es su abogado, Julio César Salinas Venegas.

Salinas funge de letrado del parlamentario. Es uno de los tres firmantes del escrito presentado ante el Poder Judicial de Puno para que el proceso contra el legislador puneño, por peculado y otros delitos, sean declarados prescritos de acuerdo a la ley 31751, conocida como la ley Soto. La Fiscalía pide diez años de prisión efectiva para Flores por apropiarse de más de 15.000 cuando era presidente regional de Puno.(La República)

R.C.M.

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