Una nueva jornada de violencia sacudió este viernes 30 de mayo la tranquilidad de la selva puneña. Según reportes de pobladores de la zona, un enfrentamiento entre comuneros de los distritos de Phara y Alto Inambari, en el sector de Llinkipata, dejó al menos dos personas gravemente heridas, ambas con lesiones en la cabeza, en medio de un conflicto territorial vinculado a la extracción de oro.

La zona, marcada desde hace meses por tensiones en torno a concesiones mineras, fue escenario de un nuevo episodio de violencia que, según testigos, habría sido provocado tras el fallido intento de diálogo promovido por un concesionario minero. De acuerdo a las versiones recogidas, este convocó a representantes de ambas comunidades con la promesa de entablar conversaciones, pero el diálogo nunca se concretó, y en su lugar se produjo una confrontación violenta. Uno de los heridos fue trasladado de emergencia al centro poblado de Isilluma, mientras la población exige atención médica urgente y garantías para los comuneros.

Los hechos han encendido la alarma sobre la ausencia del Estado en estas zonas de alta vulnerabilidad. “¿Dónde están las autoridades? ¿Por qué no actúan conforme a sus atribuciones para proteger la vida y los derechos de los pobladores?”, cuestionaron los vecinos, quienes expresan temor por nuevos enfrentamientos si no se adoptan medidas inmediatas.

El conflicto por el control de territorios con potencial minero ha escalado de manera preocupante en la provincia de Sandia, donde la falta de intervención efectiva del Gobierno ha dejado a las comunidades expuestas a situaciones de violencia y desprotección. Ante ello, los pobladores han hecho un llamado urgente a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) para que intervenga y se restablezca el diálogo bajo un marco legal y seguro. “Por encima de cualquier interés económico debe estar la vida de las personas, sin importar de qué grupo provengan”, manifestaron líderes comunales que piden paz y justicia.