Jacinto Ticona Huamán, jefe de la Oficina Defensorial de Puno, explicó que no solo en los corredores mineros ocurre la trata de personas, sino también en aquellas zonas donde hay un alto flujo económico debido al comercio informal (contrabando) como lo es Juliaca.

“Varias de las víctimas han sido rescatadas en Juliaca por el Ministerio Público; aunque, la mayor cantidad se ha dado en la mina La Rinconada, que sigue siendo el lugar más álgido, complicado y grave; porque allí está la minería informal y eso no permite que cambie mucho la situación sobre la trata de personas”, lamentó.

Añadió que la frontera entre Perú y Bolivia es otra de las zonas rojas, por lo que la Red Regional Contra la Trata de Personas realizó una jornada de sensibilización informativa en Desaguadero, para que población conozca más sobre este mal y ayude a combatirlo. Una acción que también se hará en Macusani dentro de unos meses.

Recordó que antes de la pandemia sanitaria los casos en la región Puno podían llegar hasta los 150 por año, luego bajó a 80 y agregó que en lo que va del 2023 la cifra es de casi 50 víctimas. 

“La trata de personas debe merecer toda la atención de las instancias que tienen que abordar este tema: Gobierno Regional de Puno, Ministerio Público, Policía Nacional y Poder Judicial”, detalló.

R.C.M.

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