Ayer la mañana, tras una inesperada descompensación en su salud dejó de existir Walter Paz Quispe Santos, reconocido intelectual, amante de la cultura, lector empedernido y exconsejero regional de Puno, acaso el más preparado, cáustico y vehemente.
Había sido internado en el Hospital III EsSalud de Salcedo, y al promediar las 8:30, su corazón cansado pidió reposo.
Sus amigos saben que, en los últimos años, su salud se quebrantó debido a la diabetes. Y aún con hemodiálisis, jamás rehuyó al llamado de la cultura.
Su última presentación fue el 27 de octubre en el Cabildo del Bicentenario organizado por el Ministerio de Cultura, en el Teatro Municipal de Puno, por las efemérides del 354 Aniversario de la Ciudad Lacustre.
Su partida se dio en el furor de su juventud así se sentía a pesar de los avatares, pues el 12 de octubre había cumplido medio siglo.
Sus familiares realizan gestiones para sus exequias, y aún no se ha definido dónde se velarán sus restos, quizás en medio de su sala convertida en una fastuosa biblioteca, o tal vez en un lugar donde merezca ser despedido en multitud.
Descansa en paz «dicharachero» del altiplano. Los personales ilustres que han sido tu quimera, hoy te escoltan en este camino sin fin. (Sin Fronteras)