Tras la denuncia de que tres niños de la Aldea Infantil Virgen de la Candelaria de Puno habrían sido víctimas de tocamientos indebidos por parte de un guardián de 64 años que laboraba en la institución, la directora del albergue, Marianela Choque, ha optado por el silencio, generando preocupación e interrogantes. A pesar de que la denuncia ya se encuentra en manos de la fiscalía, la falta de una postura pública por parte de la directora ha suscitado críticas.
El coordinador de la Aldea, Óscar Cueva, declaró que la directora le presentó los informes de la psicóloga y la trabajadora social, momento en el que él tomó conocimiento del caso. Asimismo, Cueva informó que el guardián implicado ya ha sido separado de su cargo por la jefa de recursos humanos del Gobierno Regional de Puno, y que las investigaciones están siendo llevadas a cabo por la fiscalía. Sin embargo, no se han ofrecido detalles adicionales sobre las acciones tomadas internamente en la institución.
Señalo que en la Aldea Infantil residen actualmente 24 niños, quienes posiblemente también estuvieron expuestos a una situación de riesgo. Informo que el 25 de noviembre, el juez José Pineda dictó medidas de protección a favor de los niños agraviados, prohibiendo al denunciado acercarse a menos de 100 metros de ellos. Además, ordenó que los menores reciban atención psicológica y apoyo del Centro de Emergencia Mujer.
Sorprendentemente, para el presunto agresor solo se ha dispuesto una evaluación y tratamiento psicológico, lo que ha generado cuestionamientos sobre la proporcionalidad de las medidas adoptadas, Cueva señalo que el caso a la fecha todavía esta en investigación. (R.A.)