
El director del Establecimiento Penitenciario de Juliaca, William Santiago Córdova Capucho, anunció que en los próximos días se realizará el traslado de 200 internos al penal de Puno, gracias a la implementación de un nuevo pabellón en dicho recinto. Esta medida busca aliviar el grave problema de hacinamiento que actualmente afecta al penal de Juliaca.
A pesar de esta transferencia, Córdova Capucho señaló que el hacinamiento persiste en el penal de Juliaca, el cual alberga actualmente a 1603 internos. El funcionario precisó que esta cifra ha aumentado significativamente en los últimos meses, pasando de 1507 internos a finales del 2024. Atribuyó este incremento principalmente a las órdenes de prisión preventiva dictadas por los jueces.

«El principal índice del incremento de reos se debe a las presiones preventivas que dan los jueces», explicó Córdova Capucho. Asimismo, destacó que los internos que ingresan al penal de Juliaca son mayormente de la zona y no representan un alto nivel de peligrosidad. Sin embargo, la situación actual implica un hacinamiento del 200% en el establecimiento.
En otro punto, el director informó que el penal de Juliaca ya no alberga internas mujeres, ya que recientemente fueron trasladadas al penal femenino de Lampa.

En cuanto a la seguridad dentro del penal, Córdova Capucho indicó que en las requisas internas y en los operativos inopinados realizados en conjunto con el Ministerio Público y la Policía Nacional, no se han encontrado elementos de gran magnitud. «Solo se requisan fierros, estufas eléctricas y cosas menores», acotó.
Tras la reciente fuga de un reo del penal de Lurigancho en Lima, el director del penal de Juliaca anunció la implementación de actividades físicas mensuales para el personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). El objetivo es mantener al personal capacitado para responder eficazmente ante cualquier intento de fuga o disturbio.

Finalmente, Córdova Capucho informó sobre la recepción de una donación de radios Motorola, las cuales serán destinadas al personal policial que custodia los torreones del penal, con el fin de mejorar la comunicación interna.