La región de Puno se encuentra paralizada debido a un paro de 72 horas convocado por diversas organizaciones sociales en demanda de medidas contra la inseguridad ciudadana y la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. Las principales vías de acceso a las ciudades de Puno, Juliaca e Ilave se encuentran bloqueadas, generando caos y afectando a miles de ciudadanos.
Desde tempranas horas de la mañana, manifestantes han instalado piquetes en diversos puntos estratégicos, impidiendo el paso de vehículos de transporte público y privado. Los ciudadanos se ven obligados a desplazarse a pie o en mototaxis particulares, ya que la circulación de autos es prácticamente nula.
En la ciudad de Puno, los transportistas y mototaxistas han utilizado sus unidades para bloquear las principales avenidas, solo permitiendo el paso de ambulancias y vehículos particulares con niños a bordo. Los terminales terrestres se encuentran cerrados, dejando a decenas de viajeros varados.
La situación es similar en Juliaca, donde las salidas hacia Arequipa, Cusco y Huancané se encuentran bloqueadas. El puente internacional Ilave, que conecta Perú con Bolivia, también ha sido bloqueado, afectando el tránsito de mercancías y personas entre ambos países.
En la provincia de Melgar, específicamente en el sector de Vilapata, los manifestantes han bloqueado la vía que conduce a Cusco, aislando aún más a la región.
Ante esta situación, las labores escolares se han suspendido en la mayoría de los centros educativos, tanto públicos como privados. Los mercados y comercios también han cerrado sus puertas, generando un impacto negativo en la economía local.
Los manifestantes exigen al gobierno central la adopción de medidas urgentes para combatir la delincuencia, así como la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso. Asimismo, demandan una mayor presencia policial en las zonas rurales y una mejor distribución de los recursos económicos.
(E.C)