La empresa Caral, empresa encargada de ejecutar obras en el estadio “Guillermo Briceño” de Juliaca viene sosteniendo un proceso de conciliación contra el Gobierno Regional, al que acusa de negarse a cumplir con el pago de una deuda relacionada con la instalación de techos en una obra pública, según lo informó el periodista Julio Jara.

Según el reclamo presentado mediante carta notarial, CARAL señala que, tras un peritaje técnico, el Gobierno Regional —influenciado por recomendaciones de sus asesores— se negó a pagar alegando que se estaría incurriendo en un doble pago por los mismos trabajos. Ante esta negativa, la empresa advierte que podría retirar el material instalado.

Jara Rojas, señala “la empresa solicita en su demanda compensaciones económicas por los siguientes rubros, 2 millones de soles por el uso de la cobertura instalada, entre 700 mil a 1 millón de soles, por el retiro de los techos, 1 millón por pérdida de oportunidad debido a la falta de pago durante cuatro años, 417 mil por daños en las estructuras, todo esto asciende aproximadamente a 4 millones 100 mil soles.»

Por su parte, el Gobierno Regional no reconoce una deuda de 1 millón 700 mil soles, aunque estaría dispuesto a pagar una suma cercana a los 4 millones, siempre y cuando se sustente adecuadamente el reclamo, situación por demás contraproducente, llevando al proceso a una conciliación extrajudicial. El desenlace dependerá de la revisión de contratos, informes técnicos y antecedentes de pago.

Corrupción a la vista

Dentro del engorroso tema, el periodista Jara se pregunta, “por qué razón el Gobierno Regional decide gastar 35,000 nuevos soles en la contratación de dos peritos, y la explicación se da, “el ingeniero de apellido Limache, quien actualmente sería decano del Colegio de Ingenieros, habría solicitado a la empresa el pago de 50,000 soles para autorizar la orden de pago por 1 millón 775 mil soles. Entonces, ¿por qué no se le reconoce la deuda a Caral Perú?  

El problema subsiste y se finalmente se decide retirar los techos de las tribunas, se suspenderían las actividades deportivas por 3 o 4 meses, originando un gran perjuicio económico para los sectores que gracias al futbol logran buenos dividendos.

FB