
El conocido ingeniero geólogo, Víctor Paredes Argandoña, en la Decana realizó un interesante y extenso relato de un viaje protagonizado recientemente a Pataz, antes de los trágicos suceso. Comentó que, para trasladarse de Trujillo a Pataz, «el viaje es de aproximadamente 14 horas por una geografía muy agreste, es un terreno muy, pero muy parecido al de la mina La Rinconada, pero, la comparación con Pataz deja corta a La Rinconada. Esta última sería solo un punto en el mapa comparada con Pataz».
Pataz tiene más de 300 kilómetros de pura zona minera, con yacimientos mucho más extensos e importantes. De hecho, forma parte de la Cordillera Oriental, y casi todo su territorio está concesionado, principalmente a la empresa minera La Poderosa. Esta tiene operaciones en horizonte, en Retamas, además, de otras empresas más pequeñas que también son dueñas de yacimientos, aunque la mayoría pertenece, sin duda, a La Poderosa.
«El problema principal es que la empresa, La Poderosa acapara toda la producción de los pequeños mineros. Estos pequeños mineros no realizan el tratamiento del mineral; simplemente extraen el material en crudo y se lo venden a esta gran empresa, que es la que finalmente procesa y se beneficia completamente del mineral», comentó Paredes Argandoña.

«Aunque en la zona no se observa una contaminación severa con mercurio ni impactos ambientales evidentes, sí existen conflictos importantes. Por ejemplo, los pequeños mineros, al tratar el mineral por su cuenta en las partes altas de la región, pueden generar contaminación con mercurio», dijo en su relato.
Además, hay un conflicto constante entre la gran empresa —que establece límites sobre dónde se puede explotar— y los pequeños mineros, quienes a menudo no respetan esas delimitaciones. Esto genera tensiones, ya que los mineros se comunican entre sí para seguir extrayendo mineral fuera de los límites permitidos, lo cual origina los principales problemas en la región, fueron entre otros los conceptos vertidos por el profesional dentro de su extenso relato.
FB