Las rutas turísticas Aymara y Quechua en la región Puno presentan contrastes marcados en su desarrollo. Mientras la ruta Aymara ha alcanzado notorios avances, la quechua aún enfrenta serias limitaciones por la falta de infraestructura adecuada.

Juan Carlos Yufra Llanque, promotor de la agencia Cápac Adventure, informó que tras la pandemia han logrado transportar a más de 35 mil pasajeros únicamente en la ruta Aymara. Sin embargo, señaló que la ruta quechua, iniciada hace apenas un año, atraviesa dificultades debido al mal estado de las vías y la carencia de servicios básicos.

“El principal desafío es la infraestructura turística. Nuestras autoridades no ejecutan los proyectos necesarios”, criticó Yufra, destacando los problemas que afectan la experiencia de los visitantes.

Uno de los tramos más críticos, según el empresario, es el de Juliaca–Lampa, cuya falta de asfaltado genera demoras considerables. “Ahí perdemos por lo menos 45 minutos”, indicó. Además, Yufra subrayó la necesidad urgente de intervenir el acceso a Tinajani, uno de los principales destinos de la ruta quechua.

“Sería ideal que el Gobierno Regional impulse el asfaltado de los tramos Ayaviri–Tinajani y Tinajani–Panamericana, con la construcción de un puente que facilite la conexión”, propuso, señalando que actualmente, las malas condiciones alargan innecesariamente los recorridos turísticos.

FB