El gerente de la Empresa Municipal de Saneamiento Básico de Puno (EMSA PUNO), Luis Aguilar, advirtió sobre una inminente crisis hídrica que podría afectar gravemente a la ciudad debido al descenso del nivel de agua en la planta de captación de Chimu.
Según Aguilar, el nivel de agua está a tan solo cinco centímetros de la bocatoma de captación, lo que obligará a implementar restricciones y redistribución del servicio de agua potable en la ciudad de Puno, expresó el funcionario, quien destacó que el descenso ha sido constante desde 2013, pero que se ha agravado en los últimos meses.
Ante esta alarmante situación, EMSAPUNO ha solicitado la declaratoria de emergencia al gobierno Regional y la Municipalidad de Puno, para acceder a los recursos necesarios y enfrentar la escasez de agua. Además, se han comenzado a tomar medidas de contingencia que incluyen la reducción de los horarios de suministro en las zonas que actualmente reciben agua las 24 horas, a fin de garantizar el abastecimiento en toda la ciudad.
El problema no se limita a la planta de captación de Chimu. Otros sistemas de abastecimiento, como los de Totorani y Arajmayo, también se han visto severamente. La escasez de agua se ha convertido en un desafío urgente para las autoridades locales, que temen que la crisis se agudice si no se toman medidas inmediatas.
Como parte de una solución a largo plazo, EMSAPUNO está trabajando en el desarrollo de un proyecto para captar agua del río Wily, aunque este aún requiere de tiempo y recursos para su ejecución. Mientras tanto, las autoridades continúan con la implementación de medidas de emergencia para garantizar que la población de Puno no se quede sin acceso a agua potable en los próximos meses. (R.A.)