
La ciudad de Puno enfrenta una grave crisis de abastecimiento de agua potable, con sectores que ya suman hasta 20 días sin el servicio. Esta situación ha generado una fuerte indignación entre los pobladores, quienes acusan a la Empresa Municipal de Saneamiento Básico (EMSA) de una gestión ineficiente y sin respuestas claras. A través de una masiva protesta liderada por el Frente de Organizaciones Populares, los ciudadanos exigieron la renuncia inmediata del gerente general, Luis Aguilar, así como del directorio completo de la empresa.
Durante la movilización, realizada en las instalaciones de EMSA, los manifestantes denunciaron la falta de soluciones estructurales y señalaron la incapacidad técnica del actual equipo gerencial. “No se puede tolerar que pasen semanas sin agua. Es un derecho básico y hay una evidente falta de gestión”, declaró Amador Núñez, presidente del Frente. Además, cuestionó la preparación del personal a cargo, afirmando que no están capacitados para liderar una entidad que maneja un recurso vital como el agua.
A la crisis del servicio se suma el estancamiento de proyectos clave como el reservorio del Cono Norte y el mejoramiento de la red de distribución, obras que podrían aliviar la escasez pero que permanecen paralizadas. Los dirigentes pidieron una reunión urgente con las autoridades de EMSA para exigir compromisos concretos y soluciones inmediatas. La población puneña espera que esta presión social genere cambios reales en la gestión del agua potable, en defensa de un derecho que consideran fundamental e innegociable. (R.A.)