Autoridades comunales del distrito de Capazo (El Collao), acordaron convocar a una reunión a la Presidencia del Consejo de Ministros en pleno el 03 de julio. Buscan agotar los canales de diálogo antes de emprender lo que sería el segundo aimarazo contra el inicio del proyecto Vilavilani II. Este supone el trasvase de aguas altoandinas de Puno a Tacna.
El primer aimarazo estalló en 2011 en rechazo a las concesiones mineras. Entonces las comunidades aimaras se movilizaron hacia Puno en protesta. Nueve años después el objetivo de los pobladores de las zonas altas de Ilave, es replicar la movilización contra el proyecto tacneño.
El dirigente Bernabé Ordoñez, aseguró que la citación será en el mismo pueblo y no aceptarán ningún otro sitio. “Estamos siendo pacíficos. Queremos que vengan para que expliquen por qué dieron las autorizaciones para que el proyecto Vilavilani empiece”.
El gerente general del gobierno regional, Dante Coasaca, advirtió que en Puno está a punto de estallar un nuevo conflicto social. Pidió al gobierno fijar su miraba al problema entre Puno y Tacna. El asesor del Gobierno Regional, Juan Monzón aseguró que técnicamente, Puno tiene la razón respecto al proyecto. Bernabé Ordoñez, dijo que si las autoridades no se presentan si o si empezarán a organizar lo que será el segundo aimarazo y no permitirán que el proyecto avance. La población de Tarata, también se sumó a la causa de los puneños.
La obra supone la construcción del canal Vilachaullani. A través de este ducto, se prevé trasvasar 360 litros de agua por segundo del río Ancoaque, que divide a Puno y Tacna. El afluente es tributario del río Maure, que llega hasta Bolivia, y a través de varias microcuencas mantiene húmedos bofedales de las zonas altas de Ilave y varios distritos de Juli. (La República)