El chavismo es un cáncer similar al fujimorismo y sus aliados, convirtiéndose en una necesidad histórica su derrota si queremos recuperar la democracia en esta parte de Latinoamérica.
En este semanario no tenemos doble rasero. La dictadura, la corrupción y el copamiento de los poderes del Estado deben ser denunciados y combatidos, ya sea que provengan de la izquierda o de la derecha.
Perú es un reflejo de Venezuela, y no estamos lejos de que en nuestro país se imponga un chavismo de derecha.
Ninguna de las partes —a pesar de que lo prometieron— ha podido mostrar la totalidad de las actas, y aún cuando lo hagan, el conflicto en Venezuela está demasiado lejos de resolverse. Si para comprobar su victoria Nicolás Maduro presentara el 100% de las actas, Gonzales y Machado no lo reconocerán como Presidente. Si ocurriera lo contra[1]rio, y se demostrara que hubo fraude, sería poco probable que Maduro lo admitiese.